Preámbulo

La Agenda de Sobrevivientes (Survivors’ Agenda) es una guía impulsada por la comunidad en pro de la justicia para las personas sobrevivientes que todos y todas merecemos. Es una ofrenda de amor para quienes han vivido el abuso sexual y otras formas de violencia sexual. También es una guía para quienes buscan prevenir e interrumpir la violencia sexual, incluido el acoso sexual.

Las personas que han experimentado violencia sexual son intrínsecamente poderosas y resilientes. Sabemos lo que significa volver a ponerse de pie y afrontar un nuevo día. Las personas sobrevivientes somos más que nuestras historias de trauma. Somos familiares, amigos, amigas, trabajadores y líderes. En esta agenda se habla de todo lo que exigimos y de aquello que no callaremos nunca más.

En octubre de 2017, el mundo cambió cuando millones de personas levantaron la mano para decir “Yo también”. Las personas sobrevivientes, en muchos casos por primera vez, compartieron sus historias de violencia y contaron cómo superaron lo sufrido y se volvieron resilientes. Millones de personas se sintieron identificadas y esto generó un impulso cultural sin precedentes. Casi tres años después, todavía estamos experimentando las repercusiones de ese momento y desarrollando un movimiento incipiente. La Agenda de Sobrevivientes trata de construir poder y cambiar la conversación, especialmente en pro de las personas menos vistas y escuchadas de nuestra sociedad.

Somos un colectivo de organizaciones y sobrevivientes que creen que las personas sobrevivientes deben ser quienes den forma a la conversación nacional sobre la violencia sexual. Estamos promoviendo una visión de justicia para sobrevivientes que precede nuestro trabajo y que se mantendrá durante las décadas venideras. Estamos comenzando nuestro trabajo en esta formación en 2020, con el compromiso de establecer las bases para la construcción del movimiento futuro, cambios de políticas, variaciones en la narrativa y esfuerzos de responsabilidad a largo plazo. Honramos a quienes han llevado adelante esta labor antes que nosotros, especialmente a las mujeres negras, las mujeres de pueblos originarios y las mujeres de color que nos han mostrado el significado de la resiliencia.

Como comité directivo de 21 organizaciones y más de 60 socios comunitarios, nos esforzamos por ayudar a las personas sobrevivientes en primer lugar. También nos esforzamos por seguir dando cuenta de las diversas experiencias de quienes han sufrido acoso sexual, agresión y otras formas de violencia de género. Las personas sobrevivientes no somos un grupo monolítico ni todos o todas estamos de acuerdo en lo que debe cambiar y cómo lograr ese cambio, pero elegimos avanzar juntos. Damos más cuenta de quienes con frecuencia quedan excluidos de las conversaciones sobre violencia sexual o de quienes ni siquiera son considerados víctimas ni mucho menos sobrevivientes. Las personas negras, de pueblos originarios, de color, queer, transgénero, intersexuales y de género no binario; personas jóvenes, trabajadoras, inmigrantes con o sin protección jurídica; personas discapacitadas, privadas de su libertad, tanto en la actualidad como en el mage à ceux qui ont accompli ce travail avant nous, en particulier les femmes noires1 , les femmes pasado; y otros grupos históricamente marginados a nivel mundial: estamos convencidos/as del valor y el poder de estas voces y estamos comprometidos/as a mantener una conversación activa con todos. Y, como la mayoría de nosotros somos sobrevivientes, también estamos dedicados a apoyarnos mutuamente en la lucha diaria en pro de esta labor.

Esta agenda se nutre de muchas fuentes.

Sobre todo, sabemos que esta agenda es un trabajo en progreso y una instantánea de lo que se necesita para lograr la transformación. Las políticas que figuran en esta agenda son las bases para esta transformación, pero no necesariamente capturan la totalidad del cambio que necesitamos. No todas las organizaciones que han participado en la creación de la Agenda han adoptado una posición sobre el espectro completo de las políticas que se establecen aquí, pero nos une la convicción de que una visión integral centrada en las personas sobrevivientes es necesaria para lograr los cambios que buscamos. El equipo recogió demandas y experiencias increíblemente variadas, y a veces contradictorias, y creó una plataforma viva y activa que es mucho mayor que la suma de nuestras partes individuales. Lo que no parecía posible hace unos meses pronto estará dentro de nuestro alcance. Aun así, trabajar en representación de las personas sobrevivientes para imaginar un mundo libre de violencia sexual significa que nuestra perspectiva cambia, crece y evoluciona. Esta es una plataforma que se cambiará y se reinventará constantemente.

A continuación, verán una lista de nuestros valores en el marco de nuestra formación actual como colectivo. En cada punto de este proceso nos hemos esforzado para que estos valores orienten nuestras conversaciones y nuestra labor. No siempre hicimos lo correcto y, seguramente, tenemos mucho que aprender.

Cómo usar esta agenda: Esta agenda está pensada para ser analizada y adaptada a sus necesidades. Esta agenda tiene por objeto impulsar y orientar el cambio de políticas. En ese sentido, esperamos que la usen como una herramienta para organizarse específicamente en su ciudad y estado. Deseamos que los encargados de tomar decisiones y los funcionarios vean esta agenda y sepan que fue creada por los y las miles de sobrevivientes que exigen un cambio y que nunca serán silenciados.

Sentimos una inmensa gratitud por quienes nos han ayudado a crear este documento vivo y activo. Nos pertenece a todos y todas.

— El equipo de la Agenda de Sobrevivientes.

MARCO DE VALORES

La Iniciativa de la Agenda de Sobrevivientes se basa en los siguientes valores:

  1. Nuestra labor se centra en las personas sobrevivientes y está dirigida por las personas sobrevivientes, enfocada en estrategias y tácticas que apoyan a las personas afectadas por la violencia sexual a fin de que sobrevivan, sanen y actúen al servicio de crear un cambio sistémico que interrumpa, prevenga y erradique la violencia sexual.
  2. Reconocemos que la violencia sexual es experimentada por personas de todas las identidades de género, incluidos las mujeres, varones y niños y niñas cis y trans y las personas no binarias y que no se ajustan a las normas de género tradicionales.
  3. Concentramos las voces y experiencias de las personas más marginadas y menos visibles. Observamos las formas en que las muchas jerarquías de poder y privilegio dan forma a nuestra vulnerabilidad y experiencias en materia de violencia, con inclusión de las narrativas y los legados de la esclavitud y la colonización. Tenemos la convicción de que las personas que más sufren estos sistemas e historias deberían estar en el centro e impulsar soluciones que se centren en las personas sobrevivientes. Esto incluye a las personas negras, de pueblos originarios y otras personas de color. También incluye a las personas oprimidas por castas, queer, transgénero, intersexuales y de género no binario; personas jóvenes, trabajadoras, inmigrantes con o sin protecciones jurídicas; y las personas discapacitadas, privadas de la libertad, tanto en la actualidad como en el pasado, y otros grupos históricamente marginados a nivel mundial. Reconocemos que nuestras soluciones deben ser visionarias en cómo entendemos la transformación radical.
  4. Tenemos la convicción de que el cambio debe ocurrir en muchos niveles. Se necesita una transformación institucional, interpersonal, cultural y de políticas. Procuramos metas y estrategias que representen el mejor y más alto uso de nuestro compromiso colectivo.
  5. No creemos que la violencia sexual exista de forma aislada. Tenemos la convicción de que el trabajo que se haga en representación de las personas sobrevivientes es una labor que debe reflejar las conexiones inherentes en el continuo de todas las formas de violencia y opresión, que incluye, entre otros, la violencia doméstica, el acoso, la coacción y la brutalidad policial. Cuando usamos el término “violencia sexual”, lo vemos como parte de este espectro complejo. También reconocemos que ocurre de maneras que se relacionan con la raza, el color, el origen nacional, la discapacidad, el estado migratorio y otras identidades que hacen que algunas denuncias de hechos de violencia sexual tengan una probabilidad aún menor de ser tomadas en serio o creídas.
  1. Buscamos crear un espacio que acoja y albergue las experiencias de las personas en cualquier punto de su trayectoria como sobrevivientes y también las de quienes no necesariamente se identifican como tales, pero que, debido a la naturaleza de sus experiencias personales, se asocian profundamente con los efectos de la supervivencia.
  2. Practicamos la justicia lingüística garantizando el acceso plurilingüe en nuestros espacios comunitarios. Valoramos y destacamos a nuestras comunidades que no usan el inglés como idioma principal como narradores de historias, expertos en políticas y representantes de nuestra labor.
  3. Practicamos la justicia para la discapacidad garantizando la accesibilidad para las personas con discapacidades en nuestros espacios virtuales y presenciales cuando, por ejemplo, incluimos el lenguaje de señas y los subtítulos en nuestros eventos y mejoramos la experiencia y las necesidades singulares de las personas sobrevivientes con discapacidades.
Safe exit