INTRODUCCIÓN
La violencia sexual es un problema de salud pública. Pero cuando las personas sobrevivientes de violencia sexual buscan atención médica inmediatamente después de una agresión sexual, la atención médica que se da por lo general se centra en la recopilación de pruebas, una respuesta legal en lugar de una respuesta de atención médica. Incluso cuando se presta atención a las necesidades médicas inmediatas de las personas sobrevivientes, el entorno de atención médica por lo general no atiende su salud mental, física y emocional a largo plazo. Asimismo, para muchas personas sobrevivientes, el precio de la atención que necesitan está fuera de su alcance. Los ataques al acceso a la cobertura de atención médica y a la atención integral de la salud reproductiva, como la interrupción del embarazo y las barreras a la atención de la afirmación LGBTQIA, también afectan a las personas sobrevivientes de hechos de violencia sexual y dañan de manera desproporcionada a las personas sobrevivientes de color. Asimismo, el sistema de atención médica puede ser un lugar de acoso sexual, incluida la violencia sexual.
Independientemente de su sexo, raza, clase, casta, orientación sexual, identidad de género, estado migratorio o si tienen una discapacidad, todas las personas sobrevivientes de violencia sexual deben recibir atención médica con perspectiva de trauma, culturalmente competente, lingüísticamente adecuada y que afirme su identidad, que trate su trauma inmediato y los impactos físicos y mentales a largo plazo de la violencia sexual. La inseguridad económica no debería ser una barrera para recibir esa atención. Esta atención debe priorizar las necesidades de las personas sobrevivientes y responder a sus propios objetivos, en lugar de priorizar automáticamente las necesidades del sistema judicial penal. Para las sobrevivientes que pueden quedar embarazadas, esto incluye garantizar que tengan a su disposición la anticoncepción de emergencia y el aborto en forma asequible y sin estigmatizarlas.
PROPONEMOS
- Un seguro médico universal y de calidad que garantice una cobertura integral para las consecuencias de la violencia sexual a corto y largo plazo y que incluya la atención de la salud reproductiva (incluidos la anticoncepción y la interrupción del embarazo) y la atención de la salud mental, sin costo alguno.
- Que todas las pólizas de seguro médico cubran completamente los servicios de salud mental sin copago, con inclusión de diferentes terapias con perspectiva de trauma, servicios comunitarios de sanación, tratamientos por abuso de sustancias, servicios de reducción de daños y servicios y profesionales con perspectiva cultural y de afirmación de la identidad.
- Garantizar que los proveedores de atención médica reciban capacitación sobre la atención con perspectiva de trauma y que hagan pruebas de detección de hechos de violencia sexual de manera periódica, que las facultades de medicina y las asociaciones nacionales brinden capacitación especializada de atención médica que atienda las necesidades de las personas sobrevivientes de hechos de agresión sexual (incluidas las necesidades de las personas sobrevivientes de color, las personas sobrevivientes inmigrantes, las personas sobrevivientes cuyo idioma preferido no es el inglés y las personas sobrevivientes LGBTQIA+) y que los proveedores que reciban capacitación representen a una amplia variedad de comunidades.
- Más disponibilidad de atención médica para las personas sobrevivientes, por ejemplo, a través de inversiones federales encaminadas a aumentar el número de proveedores especializados (por ejemplo, examinadores de enfermería en materia de agresión sexual) en zonas marginadas; más financiamiento para los centros de atención médica vecinales a fin de ampliar los servicios que se centran en las personas sobrevivientes y que tienen perspectiva de trauma; y más atención médica móvil.
- Aplicación sólida de las protecciones contra la violencia sexual y otras formas de acoso sexual por parte de los proveedores de atención médica, por ejemplo, mediante la educación pública sobre esas protecciones.
POLÍTICAS QUE NOS AYUDAN A AVANZAR
- Expansión de la cobertura médica, incluida la cobertura de Medicaid y Medicare, y evaluación de la posibilidad de un programa de seguro médico nacional que se financie con fondos públicos y que cubra a todos y todas y que incluya una cobertura completa de los servicios que las personas sobrevivientes necesitan para desarrollarse.
- Ampliar el acceso al servicio de interrupción del embarazo mediante la Ley CADA Mujer, que aboliría la Enmienda de Hyde y garantizaría la cobertura de la interrupción del embarazo por Medicaid y otros programas federales de seguro de salud. Eliminar las restricciones estatales relativas al servicio de interrupción del embarazo mediante la promulgación de la Ley de Protección de la Salud de las Mujeres.
- Promulgar la Ley de Acceso al Control de la Natalidad para garantizar la existencia y acceso a los métodos anticonceptivos en las farmacias.
- Ofrecer y poner a disposición de todas las personas sobrevivientes, incluidas las personas jóvenes, un curso completo gratuito de medicamentos profilácticos posteriores a la exposición al VIH (sin necesidad del consentimiento de padres, madres ni tutores) y cuidados de seguimiento.
- Promulgar la Ley de Dignidad para las Mujeres en Prisión a fin de proteger y restablecer la dignidad de las personas sobrevivientes que están en instalaciones correccionales federales, estatales y locales.